Cuando hablamos de fritos y frituras se suele pensar que no son saludables. Sí, es verdad, siempre que sean en exceso. Sin embargo, comer unas patatas fritas, pescado rebozado o unas croquetas de vez en cuando no es tan malo. Siempre que tengamos en la cabecita una serie de indicaciones y factores que ayuden a una fritura perfecta y «más saludable» en los alimentos preparados con aceite.
En el post de hoy os daremos las claves y recomendaciones para que vuestra fritura sea de lo más saludable y que vuestros ingredientes queden de 10 puntos.
Nuestras recomendaciones para una fritura perfecta
- Freír es cocer. Es la primera definición que sirve de base para explicar que las recetas que incluyen esta técnica culinaria pueden ser saludables. Lograr que el ingrediente que vayamos a freír esté cocido por dentro y crujiente por fuera. Si está frito correctamente siempre va a ser más rico y saludable que un alimento impregnado en aceite, que suele suceder cuando se fríe mal.
- El aceite debe estar limpio. El momento idóneo para cambiar el aceite es cuando tiene un color oscuro. No hace falta decir que cuando se suele formar espuma en la superficie, un olor desagradable y una densidad exagerada ya deberíamos haber cambiado el aceite. Es mejor pecar de precavido que estropear la comida a la hora de freír. Utilizaremos un aceite limpio, cada tipo de aceite nos servirá para un tipo de comida. Aunque los aceites de oliva virgen extra, nos van a durar más tiempo y nos van a dar comida menos grasienta.
- El recipiente donde vayamos a freír es decisivo. Debe tener una base más estrecha y una parte superior más ancha y alta, para que el alimento flote en el aceite. De forma que se evite estresar el aceite y que se produzca la cocción perfecta. Debemos de tener un recipiente adecuado para cada tipo de fritura.
- Utilizaremos abundante aceite para freír. No llenaremos en más de un tercio la superficie del recipiente donde vayamos a freír. Así la temperatura no bajará rápidamente si introducimos muchos ingredientes. Se freirán antes, dando una mejor textura y color.
- No emplear elementos punzantes para manipular la fritura. No pincharemos los ingredientes para darles la vuelta, lo mejor es utilizar unas pinzas o palillos. Si los pinchamos saldrá el líquido del interior del rebozado y estropearemos el resultado final del plato. Además de ensuciar el aceite.
- No debemos freír con un exceso de temperatura. No todos los alimentos necesitan la misma temperatura en el aceite. El rango idóneo para freír cualquier alimento está entre los 160 y los 180 grados. La temperatura es clave porque es un agente determinante en el deterioro del aceite.
- No añadir aceite nuevo al ya usado. No se deben mezclar aceites de distintos orígenes ni añadir nuevo a otro que ya haya sido usado para aumentar el volumen en la sartén.
- La sal siempre al final del proceso.
- Al sacar la fritura del aceite la pondremos sobre papel de cocina para eliminar el sobrante de aceite.
- El aceite de oliva es la grasa más sana para el consumo humano. Además de la más sabrosa y respetuosa con las propiedades nutricionales de los alimentos.