En la actualidad, la obesidad se ha convertido en uno de los problemas de salud más extendidos. Gracias a las campañas preventivas y terapéuticas por parte de los políticos, médicos, etc. nos hemos ido concienciando de las consecuencias que deriva de este trastorno. Como consecuencia, tratamos de comer más saludable, hacer 30 minutos de ejercicio mínimo al día… incluso llevar la cuenta de las calorías. Pero no esto no se puede convertir en una obsesión, concretamente a la hora de dejar de consumir alimentos. Sobretodo los necesarios para nuestro organismo, como puede ser el aceite de oliva, aunque se trate de una grasa. Seguramente nos preguntaremos si el aceite de oliva engorda.
¿El aceite de oliva engorda?
Es obvio que el aceite de oliva engorda. Todos los alimentos que tienen calorías, que son prácticamente todos menos el agua, engordan. El aceite de oliva al ser un lípido tiene la misma cantidad de calorías que el resto de grasas (9 kcal por gramo). Independientemente de cómo se consuma, en frito o en crudo, tiene el mismo valor calórico. También es cierto que existen distintos tipos de grasas, cada una con sus peculiaridades. El aceite de oliva, sobre todo si se trata de un virgen extra destaca por su alto contenido de ácido oleico. Este es un ácido graso monoinsaturado imprescindible para la vida y altamente beneficioso para la salud. En especial, para el sistema cardiovascular. Además permite la absorción de vitaminas liposolubles (A, D, E, K), únicamente se disuelven en las grasas y aceites.
¿El aceite de oliva ayuda a adelgazar?
Siempre que se sigan estos puntos claves, el aceite de oliva virgen extra será un aliado que nos ayude adelgazar.
Consumir el aceite de oliva en una dieta equilibrada de 2.000 – 2.500 kcal, sustituyendo la ingesta de grasas saturadas por grasas monoinsaturadas (ácido oleico) y poliinsaturadas (omega-3 y omega-6). De este modo, reduciremos las grasas poco útiles que se suelen acumular tanto en los glúteos como en el abdomen.
Otro punto importante a tener en cuenta es el tipo de técnica culinaria que se emplee. En el caso de las frituras, si no se hacen correctamente, los alimentos absorberán una mayor cantidad de aceite. Por lo que provocará un aumento calórico de la receta (Ver: 10 Recomendaciones para una fritura perfecta). Si se consume en crudo con verduras o ensalada la mayoría del aceite de oliva virgen extra quedará en el fondo.
Y aunque pensabais que ya estaba todo hecho, tenemos que cumplir con la premisa: quemar más de lo que ingerimos. Por lo tanto, para que la dieta funcione tenemos que acompañarla con ejercicio físico.
Como conclusión, si tenemos como propósito de año nuevo adelgazar, no es recomendable eliminar el consumo de grasas. Estas son una pieza fundamental para el bienestar de nuestro organismo. Sustituyamos las grasas saturadas, «las malas», por el aceite de oliva virgen extra de calidad superior. Supondrá un aporte de ácidos grasos más saludables, antioxidantes naturales, vitamina E muy beneficiosos para nuestro organismo. Algunas de las propiedades saludables del aceite de oliva son: ayuda a reducir el colesterol malo, previene las enfermedades cardiovasculares, posee propiedades anticancerígenas, fortalece el sistema inmunológico, entre otras muchas.